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INVESTIGADOR:DON CARLOS CROVETTO LAMARCA.
Don Carlos Crovetto Lamarca, destacado agricultor chileno, principal promotor en Chile del cultivo de la Cero Labranza. Nació don Carlos Crovetto en la ciudad de Concepción, el 10 de febrero de 1933. Su familia estaba compuesta de 3 hermanos y sus padres don Tomás Crovetto Mignone y doña Raquel Lamarca Abril, quienes le inculcaron el amor por el campo desde pequeño. Estudió sus humanidades en el Liceo de Hombres de Concepción. En 1952, al fallecimiento de su madre, el Fundo Chequén quedó en poder del padre y de los tres hijos, siendo Carlos nombrado administrador. En 1958 don Carlos Crovetto ganó una beca de estudios de conservación de suelos por intermedio del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Durante 9 meses estudio programas de entrenamiento en clasificación y capacidad de uso de suelo y erosión en el Servicio de Conservación de Suelos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, que incluyó tres meses en la Universidad de California, donde estudió suelos, riego, cultivos y alimentación animal. Producto de los conocimientos y técnicas adquiridas en sus estudios en Estados Unidos, y ya de vuelta en Chile, don Carlos decidió aplicar las nuevas técnicas en su propio predio. Es así como a partir del año 1959 el Fundo Chequén deja de arar sus suelos, estableciéndose praderas permanentes. Se introdujo también el ganado Hereford, siendo don Carlos Crovetto el primer agricultor de la provincia de Concepción en introducir desde Argentina esta raza de carne, la cual se mantiene hasta el día de hoy. En los años 1963 y 1967 volvió becado por algunos meses a los Estados Unidos y esto le permitió profundizar sus estudios, esta vez sobre el manejo de praderas permanentes y la construcción de tranques para acumulación de aguas lluvias y riego estival. En 1968, gracias a un programa Corfo denominado Plan Ganadero Sur, viaja a Nueva Zelanda por un mes para observar el manejo de praderas permanentes de alta productividad. En el año 1978 se realiza en el Fundo Chequén la primera siembra de maíz sin labrar el suelo, lo que constituyó, pese a los problemas que hubo con las malezas, el gran inicio de la Cero Labranza en Chequén y en Chile. En la actualidad, Chequén posee 130 hectáreas agrícolas destinadas a sembrar granos sin arar la tierra, de las cuales 60 se han recuperado con praderas permanentes, 40 forestales y 30 de cárcavas de gran magnitud. Estas últimas se han recuperado para la producción de granos, tanto de riego por aspersión como secano, por medio de movimientos de tierra con tractor buldózer y equipos agrícolas. Chequén es el único campo agrícola productivo de la Comuna de La Florida, habiendo sido ésta el granero de Chile en el siglo pasado. Ocurre que la erosión del suelo la destruyó completamente. En 1971 don Carlos Crovetto participó en la formación de la Sociedad de Conservación de Suelos de Chile, siendo la primera institución de su tipo en preocuparse de los suelos del país. El año 1975, esta institución logró su personalidad jurídica, y don Carlos Crovetto fue su Presidente en su primera etapa y luego en 1977 fue reelegido como Presidente. La labor de esta institución ha sido fundamental en la difusión de diversas técnicas de cultivos de suelos en Chile, y don Carlos ha dado charlas desde Vallenar hasta Coyhaique, a estudiantes de agronomía, agricultores y público en general sobre las técnicas de Cero Labranza. A partir del año 1975 don Carlos inició la difusión de la cero labranza en Colombia, Ecuador, Venezuela, Argentina, Uruguay, Brasil, Estados Unidos, Bolivia, Canadá, España, Reino Unido, Alemania y Paraguay, países a los cuales ha regresado en múltiples ocasiones. Debido a las permanentes visitas en que acudía a observar y aprender el manejo de la cero labranza, en 1990 don Carlos Crovetto decidió construir con sus propios recursos en el Fundo Chequén, una sala de conferencias con capacidad para 120 personas. Desde esa fecha se han recibido más de 15.000 personas registradas en los libros de visitas, entre las cuales se encuentran grupos de Argentina, Uruguay, Brasil, México, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y España. En 1992 publica su libro "Rastrojos sobre el suelo: una introducción a la cero labranza". En 1996 el libro se publica en segunda edición, traducida al inglés con el título "Stubble over the soil" por la Sociedad Americana de Agronomía. En 1999, en tercera edición mejorada y actualizada, el libro se publica en España con el título "Agricultura de Conservación, en grano para el hombre la paja para el suelo". Don Carlos Crovetto ha publicado más de 20 trabajos relacionados con la conservación del suelo, con resultados de valor científico, obtenido con análisis de suelo de Chequén en sus diferentes etapas de mejoramiento. Para explicar los principios de la Cero Labranza, en el prólogo del libro. El Profesor de la Universidad de Kentucky, Gran Thomas, al hacerse la pregunta de cuáles son los principios o fundamentos de la cero labranza, cita a don Carlos Crovetto y dice: "Según el autor de este libro, el bosque se establece por la vía natural, sin labores de labranza, creando su propio ambiente en el suelo para crecer. Quizá la cero labranza imite en alguna medida al bosque, ya que el arado es reemplazado por la labranza biológica de las raíces, la cual es suave comparada con el rompe suelo del arado, y los residuos superficiales protegen al suelo contra los golpes de la gota de lluvia. Entre las raíces y los residuos, la estructura del suelo empieza a formarse de nuevo como sucede con el bosque. Además, con el uso de fertilizantes, la producción de materia seca aumenta y un nuevo equilibrio se establece. Poco a poco la naturaleza del suelo cambia y al hacerlo permite que el agua de las lluvias infiltre el suelo, en vez de escurrir, lo que resulta en una mayor producción de tierra seca". Estos sencillos principios son los fundamentos de la cero labranza, tan exitosamente desarrollados por don Carlos Crovetto Lamarca. Eso si que el desarrollo de la cero labranza en Chile ha sido lento y poco exitoso debido fundamentalmente a la quema de rastrojos. Esta lamentable práctica deja pocas posibilidades de éxito a los agricultores. Sin embargo, en otros países que el señor Crovetto visita constantemente, el rastrojo se preserva y maneja adecuadamente siendo muy exitoso en Argentina, Paraguay y sur de Brasil. Para cumplir este objetivo, una de las principales motivaciones de don Carlos Crovetto ha sido la de dar a conocer la importancia del rastrojo y de la materia orgánica en la nutrición del suelo, ayudando así a proteger el recurso natural más importante que el hombre dispone: el Suelo.
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