ABULAC
          
Asociación Burgalesa de Laboreo de Conservación

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AGRICULTURA DE CONSERVACION

La acumulación de experiencias positivas de la Agricultura de Conservación la han llevado a ser rápidamente adoptada en diversas zonas agroecológicas de todo el mundo, desde el trópico húmedo hasta las estepas de clima frío. Su aceptación y adopción incrementan la producción agrícola y reducen los costes de producción, al mismo tiempo que conserva y mejora los recursos naturales de la tierra, el agua y el clima. Estos beneficios son la base para asegurar unos ingresos estables para grandes y pequeñas explotaciones y la producción sostenida de alimento suficiente, fibra y energía para una población mundial en crecimiento, siendo una herramienta real para el alivio de la pobreza.

    La agricultura convencional incluye prácticas tales como la quema de los residuos de la cosecha (rastrojo) o el laboreo profundo del suelo, con el fin de controlar las malas hierbas y preparar el lecho de siembra. Dichas prácticas, por lo general, no son sostenibles, dado que incrementan la degradación de la tierra por la compactación del suelo, la erosión y la contaminación de las aguas por los sedimentos, amenazando la productividad del suelo, el medio ambiente y la salud humana. Además, se producen emisiones extra de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera y disminuye el contenido de materia orgánica de los suelos, lo que contribuye al calentamiento global del planeta. El impacto desfavorable de tales prácticas agrícolas se manifiesta en todo el mundo por la aceleración en la degradación de muchos ecosistemas naturales, la disminución de la biodiversidad y el aumento del riesgo de desertificación en las zonas vulnerables.

    Los problemas que se derivan de la agricultura convencional se pueden evitar en gran medida adoptando los principios de la Agricultura de Conservación. La Agricultura de Conservación reproduce procesos naturales como el mantenimiento de una cubierta sobre el suelo consistente en una cubierta vegetal viva y/o de restos del cultivo anterior en los cultivos que se siembran o plantan. Para asegurar que el suelo es perturbado lo menos posible los cultivos se establecen mediante siembra directa (base del no laboreo) o incluso mediante siembra en superficie. Una selección razonable de rotaciones de cultivos aumenta la calidad medioambiental de las raíces del cultivo (estructura, nutrientes y humedad) y evita el desarrollo de plagas y enfermedades. Las técnicas conservacionistas alteran lo mínimo posible la composición, la estructura y la biodiversidad natural del suelo e incrementan la infiltración del agua y la conservación de la humedad defendiéndolo de la erosión y la degradación. 

    La Agricultura de Conservación es más que una técnica de cultivo, ya que conlleva un concepto de la agricultura que combina las características básicas de la producción con las de conservación, implementadas de manera que se obtengan los beneficios propios de ambas. Consigue que la agricultura sea sostenible y permita el desarrollo rural, a través de la integración de la biodiversidad vegetal, la diversificación en las explotaciones (cultivos, animales y actividades), a la vez que el uso eficiente de los recursos de la producción agrícola, que propicia la producción de alimentos y mejora la vida rural. Sus muchos beneficios económicos, sociales y medioambientales justifican una reevaluación de los métodos comunes de cultivo de la tierra. La Agricultura de Conservación debería ser considerada por tanto como un tema a tratar a corto plazo por Organizaciones y Ministerios.

DEFINICION DE AGRICULTURA DE CONSERVACION

La AC busca reducir la degradación del suelo a través de diferentes prácticas que minimizan la alteración de la composición del suelo y de su estructura, así como los efectos sobre la biodiversidad natural. En general, la AC incluye cualquier práctica que reduzca, cambie/elimine el laboreo del suelo y evite la quema de rastrojos para mantener una cubierta superficial adecuada a lo largo del año (ECAF, 2001). En contraste, las formas convencionales de agricultura utilizan generalmente arados profundos para permitir la preparación del terreno (FAO, 2001). El agricultor convencional cree que labrar el suelo suministrará beneficios a la explotación e incrementaría dicho laboreo si fuera económicamente posible. Por otra parte, el agricultor conservacionista cuestiona la necesidad del laboreo en primera instancia y se siente incómodo cuando éste se realiza.

La AC mantiene una cubierta orgánica permanente o semi-permanente en el suelo consistente en un cultivo o un acolchado. La función de esta cubierta orgánica es proteger físicamente al suelo del sol, la lluvia y el viento y alimentar la fauna y flora del suelo. En ocasiones, los microorganismos y la fauna del suelo, podrían realizar la función de laboreo y de equilibrio en los nutrientes del suelo, manteniendo por tanto, su capacidad de auto-regeneración. El laboreo cero con siembra directa es quizá el mejor ejemplo de AC ya que evita los problemas causados por el laboreo mecánico. Una rotación adecuada de cultivos constituye también una buena forma de evitar problemas de enfermedades y plagas. Las dos últimas décadas han presenciado el perfeccionamiento de las tecnologías asociadas con la agricultura de laboreo mínimo o no laboreo y su adaptación para explotaciones de prácticamente todos los tamaños, tipos de suelo y cultivos y zonas climáticas.

Beneficios  asociados a la agricultura de conservación y su incidencia

- Reducción de los costos de explotación: ahorro de tiempo, mano de obra y mecanización

- Incremento de la fertilidad y retención de humedad del suelo, incrementando el rendimiento a largo plazo,

-  Descenso en las variaciones en los rendimientos y una mayor seguridad alimentaria

- Estabilización del suelo y protección contra la erosión, que conduce a reducir la sedimentación aguas abajo

- Reducción de la contaminación tóxica de las aguas superficiales y subterráneas

- Caudales más regulares en los ríos, atenuación de las inundaciones y regeneración de pozos secos

- Recarga de acuíferos, como resultado de una mayor infiltración

- Reducción de la contaminación del aire gracias a la maquinaria de laboreo

- Reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera (fijación de carbono)

- Conservación de biodiversidad edáfica y terrestre

Fuentes: adaptado de la ECAF, 2001 y FAO, 2001.

 Funciones de los ecosistemas de tierras con agricultura de conservación y las implicaciones globales de su no adopción

Funciones del ecosistema suelo
(valores del uso indirecto)

Implicaciones potenciales, globales o regionales, de la degradación del suelo

Soporte para las plantas (por ejemplo cultivos) y animales (por ejemplo Ganado) introducidos

Pérdida de producción vegetal o animal, que conduce a problemas de eco-refugiados y hambrunas; se requiere intervención internacional

Soporte del hábitat de la fauna salvaje

Pérdida de biodiversidad de importancia global.

Fuente de micronutrientes para el consumo humano (por ejemplo calidad de la alimentación frente a cantidad)

Deficiencias dietéticas y enfermedades, que requieren la intervención internacional

Efecto atenuante y regulación en el ciclo hidrológico (por ejemplo drenaje, almacenamiento temporal, etc.); protección de cuencas

Inundaciones, transporte de sedimentos y problemas de sedimentación transfronterizos; una escasa infiltración trae consigo una reducción en los rendimientos de los cultivos (ver arriba)

Descomposición y reciclaje (por ejemplo vertido de aguas residuales)

Pérdida de biodiversidad de microorganismos y gusanos de tierra destacables (por ejemplo penicilina, estreptomicina); acumulación de desechos de proporciones globales

Regulación de los gases atmosféricos y de los ciclos elementales (por ejemplo fijación de carbono)

Liberación de gases relacionados con el efecto invernadero y el calentamiento global debido a la remoción de materia orgánica

Fuente: adaptado de Scherr, 1999

LA HISTORIA DE LA AGRICULTURA DE CONSERVACION

América Latina tiene la tasa más alta de adopción de prácticas de no laboreo en el mundo. El primer intento de laboreo cero del cual se tiene constancia fue en el Brasil subtropical entre 1969-1972 y en 1981-82 en el Brasil tropical. El primer ensayo de campo de no laboreo fue en el estado de Paraná en 1972. En 1999, el porcentaje de la superficie total cultivada con no laboreo había alcanzado el 52 por ciento en Paraguay, el 32 por ciento en Argentina y el 21 por ciento en Brasil. El no laboreo supone el 95 por ciento de toda la superficie con laboreo de conservación en América Latina (44 por ciento en los Estados Unidos de América). Al inicio, la adopción de laboreo cero en América Latina fue sólo gradual, debido a las limitaciones de los herbicidas y de las sembradoras. Sin embargo, al recibir los agricultores apoyo de las ONG, los intereses del sector público y privado, la adopción de las prácticas de AC se incrementó significativamente. Los estudios apuntan también el papel crucial del personal cualificado para formar agricultores en las nuevas técnicas de manejo, así como la importancia de la disponibilidad de crédito para la compra de nueva maquinaria de no laboreo. Los pequeños propietarios han sido un grupo objetivo ya que carecen de la capacidad suficiente para obtener fondos y se forman a sí mismos.

La política ha sido también un factor determinante importante para explicar la pasada adopción o la no adopción. Las posturas políticas han sido, en ocasiones, débiles y poco efectivas en la promoción de la AC. Buena parte del éxito de la difusión de la tecnología ha sido debido al apoyo procedente de las corporaciones privadas, la formación y gestión de los grupos de agricultores y otros senderos no gubernamentales. Además, ha habido políticas contradictorias que han operado con frecuencia con objetivos contrapuestos, incentivando y desincentivando la AC al mismo tiempo.

 

 

ASOCIACIÓN BURGALESA DE LABOREO DE CONSERVACIÓN (ABULAC

 

 

La Asociación Burgalesa de Laboreo de Conservación es una entidad sin ánimo de lucro constituida en  Junio    de 1995 por un grupo de agricultores preocupados por la conservación del suelo como principal patrimonio de las explotaciones agrarias; conscientes de los graves problemas que la agricultura “tradicional” genera en el mismo por los cada vez mayores problemas de erosión, mineralización y pérdida de fertilidad y diversidad biológica.

 

Actualmente la forman algo más de 150 socios, agricultores burgaleses en su inmensa mayoría, con explotaciones ubicadas en diversas localidades de toda la geografía provincial.

 

Fue la primera Asociación de este tipo constituida en España; habiendo servido de pauta y ejemplo en la constitución de otras asociaciones similares en diversos puntos de la geografía nacional.

Sin duda con el impulso de esta Asociación, las técnicas de laboreo de conservación en la provincia de Burgos están alcanzando una considerable importancia. Prueba de ello son las más de 100.000 Has. que en la actualidad se realizan en nuestra provincia con técnicas de siembra directa y laboreo de conservación.

 

Todo ello ha hecho que la provincia de Burgos sea, hoy día, la que mayor superficie de cultivo mantiene con estas técnicas; tanto en el ámbito de nuestra Comunidad Autónoma como en el de España en general.

          

 
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